domingo

es la falta de costumbre...

Es la falta de costumbre de la luz,
es intermedio
de pupila estremecida,
deslumbrada.
Es sorpresa de mi espalda embarrancada en esta orilla,
de este cuerpo en expulsión de tus dominios.
(Qué azul sabía el mar entonces.
Qué acuático reptil se me acercaba
cuando jugaba a ser deseo perpendicular que se cumplía,
cuando jugaba a ser deseo,
cuando jugaba a ser…).
Es la necesidad de respirar,
es desconcierto
de laringe hoy invadida por el aire.
Es destierro y es desagüe
la visita a este lugar que desconozco,
la salida de otros mundos que merezco.
Nada más.
Voy boqueando por agallas y en las dársenas sin sombra
me seco para al fin volverte pronto.

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