domingo

no fue entonces...

No fue entonces, fue más lejos.
A más años, más kilómetros de distancia.
Como si el final tomase posiciones,
ubicándose delante, aprisa, al frente,
situándose imprevisto,
traidor y pálido,
un marzo cualquiera.
Cualquiera, sí, pero más lejos.
Precipitándose, no elevándose, no.
Precipitándose al cielo como una ola,
de puro blanca y de inmensa azul,
al borde de quebrarse,
de abrirse rota al fin,
de pronto plena.
Y acabarse así,
con estrépito frío y salado,
con inhóspito girar marino.
Abrupto fin, mensaje silencioso.
Susurro de aquel mar Madrid no oye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario